viernes, 4 de abril de 2008

Aplicación del mejoramiento continuó en la empresa automotriz TOYOTA


A pesar de ser una de las compañías de automoción que más venden sus productos, es la primera y la única capaz de marcar los estilos de gestión y modelos de actividad del resto del sector en cualquier parte del mundo.
"Tienen una filosofía propia de entender la producción. Todo lo que hacen está estructurado bajo un sistema de tres partes", explica Federic Sabrià, profesor de Iese y autor del libro Logística del automóvil. La primera es la orientación a la calidad y a la seguridad, la segunda la flexibilidad en las plantas y en la productividad y la. Tercera y última, la reducción de costes.
Pero un automóvil es una larga cadena de valor en la que participan distintos agentes: el éxito de la marca depende del éxito de la cadena. "En las plantas de Toyota piensa desde el operario hasta el proveedor y los concesionarios están integrados en la cultura de la compañía, no tiene nada que ver con los sistemas de gestión de las compañías de automóviles norteamericanas y europeas",
Filosofía kaizen (TOYOTA)
Es la mejora continua, pero en todos los niveles y para todos los empleados de la compañía. A pesar de ser una doctrina filosófica, su aplicación a Toyota le ha hecho famosa. Entre sus aspectos más destacados figuran algunos como hacer visibles los errores "o que los operarios levanten la mano cuando detecten algo", o eliminar los desperdicios, "a veces es imposible decidir qué o quién sobra en la compañía", apunta Ramis. Las compañías de automóviles más importantes aplican el toyotismo en algún aspecto de su producción pero los expertos avisan, "es gestión, cada pieza se apoya en las demás", asegura Sabrià.
Lo que tiene de especial
¿Qué pasa si un operario de otra compañía cualquiera descubre un error en la cadena de montaje? "Está comprobado, no dicen nada y el vehículo sigue por la cadena hasta que llega al final pero entonces se debe empezar de cero porque ha habido algún error que deliberadamente se ha saltado", explica Ramis. Esto, en las plantas de Toyota, no existe. Al operario se le considera al mismo nivel que a un directivo y éste es un operario más, "si no baja a la planta es como si no existiera". Y como buena marca japonesa, el desperdicio no forma parte de su plan de negocio.
Todos los expertos europeos elogian su estructura simplificada y rápida en la toma de decisiones, lo que ellos denominan estructuras ligeras.

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